En un reciente caso de divorcio que ha llegado hasta la Audiencia Provincial de Madrid, un hombre con discapacidad ha conseguido que los tribunales le otorguen el uso de la vivienda familiar, a pesar de no tener la custodia de su hijo menor. Este caso, que refleja la complejidad de los procesos de divorcio donde las circunstancias personales de los cónyuges juegan un papel clave, ha generado un fallo singular que equilibra los derechos de ambas partes.
El Proceso Judicial
El caso, protagonizado por Hernán y Angélica (nombres ficticios), inició tras la disolución de su matrimonio en 2021. Aunque el tribunal otorgó la custodia del menor a la madre, permitió que Hernán, el padre, mantuviera el uso de la vivienda hasta la liquidación de la sociedad de gananciales. Esto fue una decisión relevante porque la vivienda estaba adaptada a las necesidades físicas de Hernán, quien sufre una discapacidad del 33% como resultado de un accidente laboral.
Angélica apeló la decisión al considerar que, como progenitora con la custodia del menor, ella debería tener el uso exclusivo de la casa, alegando que la decisión judicial original no había priorizado adecuadamente el interés del menor en tener una residencia estable.
El Fallo de la Audiencia Provincial
La Audiencia Provincial revisó el recurso presentado por Angélica y valoró los argumentos de ambas partes. Por un lado, reconoció la importancia de asegurar el derecho habitacional del menor; sin embargo, también destacó la condición física de Hernán y su necesidad de una vivienda adaptada, factor clave para otorgarle inicialmente el uso de la misma.
El tribunal tomó una decisión que busca equilibrar los intereses en juego: estableció que la pareja compartirá la vivienda, alternándose en su uso por años hasta que se liquide la sociedad de gananciales y se decida el futuro de la propiedad. De esta forma, ambos ex cónyuges podrán hacer uso de la casa familiar, aunque en períodos alternos.
Un Equilibrio Difícil
Este caso destaca la complejidad de las decisiones judiciales en procesos de divorcio, donde las necesidades de los menores suelen primar, pero en ocasiones es necesario considerar también factores como la salud y las capacidades físicas de los progenitores. En este caso, la discapacidad del padre jugó un papel determinante para que el tribunal dictaminara una solución alternativa.
La situación de Hernán refleja las dificultades adicionales que enfrentan las personas con discapacidad en los procesos legales, donde el derecho a una vivienda adaptada puede ser un aspecto fundamental para su bienestar. Aunque la decisión no fue completamente favorable para ninguna de las partes, representa un intento del tribunal de encontrar un equilibrio entre las necesidades del menor y las del padre, cuyo estado físico le dificulta encontrar una vivienda adecuada con facilidad.
Por tanto, si estás en alguna de estas situaciones y tiene dudas acerca de cuales son tus DERECHOS, o de si puedes acudir o no a los Tribunales o sobre cómo defenderte, no dudes en preguntarnos.